jueves, 31 de diciembre de 2009

Vaguada

Una vaguada es, originalmente, un término geomorfológico que ha sido adaptado y adoptado desde hace unas dos o tres décadas al campo científico de la Meteorología por la similitud existente entre el trazado de las curvas de nivel en un mapa topográfico y las isobaras en un mapa meteorológico. En su acepción meteorológica o barométrica, se refiere al ascenso de masas de aire cálido y húmedo a lo largo de una zona alargada de baja presión atmosférica que se ubica entre dos áreas de mayor presión (anticiclones) formadas por masas de aire mucho más frío y pesado que se introducen como una cuña y dan origen a una formación de nubes de gran desarrollo vertical y a las consiguientes lluvias. Así pues, en el campo de la Meteorología se refiere a una depresión barométrica alargada que se ubica entre dos anticiclones o, para decirlo con mayor propiedad, dos áreas anticiclónicas ligeramente desiguales en lo que respecta a sus características.

Así pues, en el sentido meteorológico del término (no es un término climático), una vaguada constituye una zona inestable donde el aire, mucho más húmedo y cálido que en las zonas anticiclónicas vecinas, se ve obligado a ascender, ya que los anticiclones se introducen a nivel del suelo como una cuña a cada lado de la propia vaguada, debido a su menor temperatura y, por consiguiente, su mayor densidad. En sentido estricto, una vaguada suele presentarse sólo a cierta altura, dando origen a un fenómeno de inversión térmica ya que al nivel del mar, el aire es más frío y denso que a mayor altura. El ascenso del aire húmedo y cálido en la vaguada genera nubes de gran desarrollo vertical con lluvias intensas y, sobre todo, persistentes. Las depresiones barométricas asociadas a las vaguadas equivaldrían a una especie de frente cálido pero estacionario, de lo que se deriva la persistencia de las lluvias. Es un fenómeno completamente normal que viene produciéndose cada cierto número de años en las costas septentrionales de la América del Sur, desde mucho antes de la aparición del hombre sobre la Tierra, lo cual significa que se trata de algo perfectamente explicable en los campos de la Geografía Física y de la Meteorología.

En las imágenes tomadas por los satélites meteorológicos, las vaguadas pueden verse en el Hemisferio Norte, como masas de nubes alargadas (pueden tener varios miles de kilómetros de longitud) que se producen durante la época de sequía, es decir, en los meses de invierno en la zona subecuatorial de dicho Hemisferio, con una dirección del Noreste al Suroeste, que a grandes rasgos coincide con la trayectoria normal de los vientos alisios.



Los vientos

A diferencia de las depresiones o ciclones de carácter más o menos circular o en espiral, los vientos que producen las vaguadas son de escasa intensidad, ya que su energía se disipa rápidamente al ascender las masas de aire en el seno de la propia vaguada. Sin embargo, la propia dirección de esos vientos es un tema poco estudiado y muchas veces confuso, a pesar de que explican en gran parte el mecanismo que generan las lluvias extraordinarias y persistentes de las vaguadas.

Es un mecanismo complejo y difícil de explicar en términos geográficos y la identificación en los mapas meteorológicos no es siempre fácil de realizar porque independientemente del alargado frente nuboso que se presenta en el eje de la vaguada y que puede alcanzar una enorme dimensión (a veces de miles de km), los dos anticiclones que la limitan sólo se identifican por la ausencia de nubes y sus dimensiones aún más colosales. Pero hay que tener presente que la dirección de los vientos en torno a los anticlones es inversa a la de los ciclones y giran en sentido horario: como tenemos dos anticiclones que son centros de acción emisores de vientos, la interacción entre ellos se neutraliza en el "valle" que forma la vaguada, donde los vientos tienen sentido antihorario.

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