sábado, 2 de enero de 2010

Nube


Una nube es un hidrometeoro que consiste en una masa visible formada por cristales de nieve o gotas de agua microscópicas suspendidas en la atmósfera. Las nubes dispersan toda la luz visible, y por eso se ven blancas. Sin embargo, a veces son demasiado gruesas o densas como para que la luz las atraviese, y entonces se ven grises o incluso negras.


Tipos y clasificación de nubes


Los nombres oficiales de los diferentes tipos de nubes se dan en latín. Existen cuatro géneros (genera) fundamentales:

  • Cúmulos (Cumulus): nubes de desarrollo vertical
  • Estratos (Stratus): nubes estratificadas
  • Nimbostrato (Nimbostratus): nubes capaces de formar precipitaciones
  • Cirros (Cirrus):nubes de cristales de hielo

Los grupos anteriores se encuentran en nubes de tipo bajo, medio o alto, y de desarrollo vertical, dando lugar a una clasificación de 16 tipos.


Nubes bajas Familia C

A menos de 2 km

  • Stratus (St)
  • Stratocumulus (Sc)
  • Cúmulus (Cu)
  • Cumulonimbus (Cb)
  • Cumulus fractus (Cu fr)

Nubes medias Familia B

De 2 a 5 km

  • Nimbostratus
  • Altostratus (As)
  • Altostratus undulatus
  • Altocúmulus (Ac)
  • Altocumulus undulatus
  • Altocumulus caballa
  • Altocúmulus castellanus
  • Altocumulus lenticularis

Nubes altas Familia A

De 5 km en adelante

  • Cirrus (Ci)
  • Cirrus uncinus
  • Cirrus Kelvin-Helmholtz
  • Cirrostratus (Cs)
  • Cirrocumulus (Cc)
  • Pileus
  • Trazo de avión, una delgadísima nube, desarrollada por el pasaje de una aeronave a grandes altitudes.
  • Nube mesosférica polar

Nubes orográficas

Además de estas existen diferentes tipos de niebla y un grupo aparte de nubes denominado nube orográfica, encontrándose:

- Nubes lenticulares
- Nubes de Banner

viernes, 1 de enero de 2010

Humedad

Se denomina humedad ambiental a la cantidad de vapor de agua presente en el aire. Se puede expresar de forma absoluta mediante la humedad absoluta, o de forma relativa mediante la humedad relativa o grado de humedad. La humedad relativa es la relación porcentual entre la cantidad de vapor de agua real que contine el aire y la que necesitaría contener para saturarse a idéntica temperatura, por ejemplo, una humedad relativa del 70% quiere decir que de la totalidad de vapor de agua (el 100%) que podría contener el aire a esta temperatura, solo tiene el 70%.

Rocío


El rocío es un fenómeno físico-meteorológico en el que la humedad del aire se condensa en forma de gotas por la disminución brusca de la temperatura, o el contacto con superficies frías. Se habla de rocío en general cuando se trata de condensación sobre una superficie, usualmente la cubierta vegetal del suelo.

Es un fenómeno vinculado con la capacidad del aire para incorporar y retener vapor de agua. Para una temperatura dada del aire, existe un contenido de vapor que está en equilibrio con una masa de agua y es conocido como vapor de saturación. Esta capacidad máxima es creciente en la medida que la temperatura del aire aumenta. Así, a nivel del mar, un ambiente a 30 °C el agua líquida está en equilibrio con 27 g de vapor/kg de aire seco, mientras que en el mismo ambiente, a 0 °C el equilibrio se alcanza con 4 g de vapor/kg de aire seco. De este modo, cantidades adicionales de vapor de agua por evaporación forzada (por ejemplo al hervir agua en un recinto cerrado), o un descenso de temperatura, provocan la condensación de este exceso de vapor de agua por sobre la cantidad necesaria para la saturación. Una de las formas de producción de rocío tiene que ver con el enfriamiento nocturno del suelo (y de la capa de aire adyacente) debido a la pérdida neta de energía por emisión de radiación infrarroja. Esta pérdida de energía es mayor en noches despejadas y frías cuando el efecto invernadero de las nubes no existe, haciendo posible alcanzar el punto de saturación, formándose rocío.

Si la temperatura del aire es menor de 0 °C o el punto de congelación del agua, entonces en lugar de rocío se forma escarcha. El fenómeno físico es el mismo aunque las propiedades físicas son distintas (por ejemplo, el valor del vapor de saturación es distinto si se considera respecto del hielo que respecto del agua líquida).

Escarcha


Se denomina escarcha a la capa de hielo cristalino que se forma sobre superficies expuestas a la intemperie y que se han enfriado lo suficiente como para provocar la congelación del rocío o del vapor de agua contenido en el aire.

La escarcha se produce cuando existe niebla o bruma en un aire cuya temperatura es menor a 0 °C, cuando el punto de rocío está por debajo del de congelación. Existen, entonces, en el seno de la niebla y de las nubes, muchas gotitas en estado de sobrefusión, cuando normalmente debieran haberse ya congelado. Ese estado anormal cesa cuando las gotitas entran en contacto con alguna superficie sólida (el suelo, las hojas de las plantas, los techos, etc.), sobre la cual se congelan entonces rápidamente en forma de cristales muy pequeños y brillantes, separados por inclusiones de aire.

Este fenómeno difiere de la helada blanca, que se debe a un enfriamiento progresivo e intenso del suelo, por radiación de su calor en las noches de cielo despejado y limpio. La humedad atmosférica, que puede ser relativamente cálida y seca, se condensa sobre las superficies sólidas en forma de rocío o congelándose, si aquéllas se hallan a menos de 0 °C.

Helada


Helada es un fenómeno climático que consiste en un descenso inesperado de la temperatura ambiente a niveles inferiores al punto de congelación del agua y hace que el agua que está en el aire se congele depositándose en forma de hielo en las superficies. Otra condición para que la helada se produzca es que la humedad relativa del aire sea superior al 60%, de lo contrario no habrá suficiente agua en la atmósfera para depositarse en las superficies. La última condición para que esto se produzca es que el viento no sea intenso, de lo contrario, el agua no podrá depositarse.

Se conocen en los cultivos dos tipos de heladas:

  • Helada negra: se efectúa un enfriamiento general en la atmósfera que ataca, por su amplitud de acción, hasta especies vegetales "resistentes", como parrales, es por ello que el humo y el riego que se pone en práctica, desde la madrugada puede dar buenos resultados para combatirla.
  • Helada blanca: dado el estado de floración de la planta se impone introducir una buena poda, o conviene que el agricultor practique dentro de cuatro a ocho días y no postergarla más allá de veinte, de modo que se desarrollen las yemas latentes que existan en los brazos y los troncos, esta labor debe ser ayudada por el riego inmediato y trabajos superficiales que al mantener mullido el terreno impidan la pérdida de humedad, el desarrollo de malas yerbas y la producción de costra. Además la aplicación de nitratos reforman el sistema vegetativo tan dañado. Conviene también la aplicación de caloríficos distribuidos en forma adecuada alimentados con petróleos, aplicados con frecuencia en la región.

Calima


La calima es la existencia de partículas muy pequeñas de polvo o arena en suspensión en la atmósfera. Su origen está principalmente en las tormentas de arena. Sin embargo, dichas tormentas tienen un área de impacto menor que la de la calima debido a la precipitación de las partículas de mayor peso. Como efecto inmediato y en función de su densidad, produce una disminución en mayor o menor medida de la visibilidad y la aparición de molestias en ojos, nariz y garganta. Si es persistente o abundante, al cabo de unos días suelen aparecer otros síntomas como broncoespasmos, crisis respiratorias y asma. Su desaparición esta condicionada por el viento o la lluvia.

Bruma


La bruma es un fenómeno meteorológico consistente en la suspensión de partículas muy pequeñas de suelo, etc. La calima también es un fenómeno de suspensión de polvo en la atmósfera, y se diferencia de la bruma porque la calima da una visibilidad superior a 2 km.

La bruma se diferencia de la neblina, además de su composición física, indirectamente diagnosticándola por el contenido de humedad relativa atmosférica:

  • menos del 80 %, es bruma (polvo en suspensión): <>
  • más del 80 %, es neblina (agua en suspensión): > 80 % HR
La bruma hace visible los rayos de luz por el fenómeno de movimiento browniano.

Niebla


La niebla es un fenómeno meteorológico consistente en nubes muy bajas, a nivel del suelo y formadas por partículas de agua muy pequeñas en suspensión. La mayor parte de las nieblas se producen al evaporarse la humedad del suelo, lo que provoca el ascenso de aire húmedo que al enfriarse se condensa dando lugar a la formación de estas nubes bajas. La niebla conlleva la disminución de las condiciones de visibilidad en superficie.


Clasificación


La niebla se diferencia de la neblina por su densidad como aerosol y dando una visibilidad de menos de 2 km. Se clasifica según el origen del enfriamiento que dio origen a la condensación:

  • Niebla de radiación: ocurre tras la puesta del sol, cuando el suelo pierde calor a través de la emisión de radiación infrarroja en una noche sin nubes (de estar presentes, las nubes evitarían que el calor escape al espacio). Entonces, el suelo enfriado produce condensación en el aire cercano al suelo, a través del proceso de conducción de calor. Este tipo de niebla es común en otoño en los países de clima templado, usualmente tiene un espesor de 1 metro (aunque la turbulencia puede hacer que se eleve, y es de corta duración.
  • Niebla de viento: toma lugar cuando masas de aire cargadas de humedad pasan sobre suelos fríos, lo cual enfría el aire mismo. Este fenómeno es común en las costas, cuando el tibio aire tropical se encuentra con aguas de latitudes mayores. También es común cuando un frente cálido se mueve sobre un área con una cantidad considerable de nieve.
  • Niebla de vapor: se da cuando aire frío se mueve sobre aguas más cálidas. El vapor del agua entra en la atmósfera por procesos de evaporación, y la condensación se da cuando se alcanza el punto de rocío. Este suceso es común en regiones polares, lagos de tamaño considerable, y al final del otoño y principio del invierno.
  • Niebla de precipitación: se produce cuando llueve y el aire bajo la nube se halla relativamente seco. Esto hace que las gotas de lluvia se evaporen y formen vapor de agua, que se enfría, y al alcanzar el punto de rocío, se convierte en niebla.
  • Niebla de ladera: se forma cuando el viento sopla contra la ladera de una montaña u otra formación geológica análoga. Al ascender en la atmósfera, la humedad se condensa. Es por esto que muchas veces las cumbres montañosas aparecen nubladas.
  • Niebla de valle: se forma en los valles, usualmente durante el invierno. Es resultado de la inversión de temperatura, causada por aire frío que se asienta en el valle, mientras que el aire caliente pasa por encima de éste y de las montañas. Se trata básicamente de niebla de radiación confinada por un accidente orográfico, y puede durar varios días, si el clima está calmado.
  • Niebla de hielo: es cualquier tipo de niebla en la cual las gotas de agua se hallan congeladas en forma de cristales de hielo minúsculos. Usualmente, esto requiere de temperaturas bastante por debajo del punto de congelamiento, lo cual hace que sean comunes a regiones árticas y antárticas. En ocasiones, pequeñas cantidades de estos cristales se precipitan a tierra, como sucede en Barrow, Alaska. En determinadas regiones esta niebla es conocida como dorondón o boira dorondonera.

Neblina


La neblina es un fenómeno meteorológico, concretamente un hidrometeoro, que consiste en la suspensión de muy pequeñas gotas de agua en la atmósfera, de un tamaño entre 50 y 200 micrómetros de diámetro, o de partículas higroscópicas húmedas, que reducen la visibilidad horizontal a una distancia de un kilómetro o más. Ocurre naturalmente como parte del tiempo o de la actividad volcánica. Es común en atmósfera fría debajo de aire templado. Es posible también inducir artificialmente la neblina con el uso de envases de aerosol, si las condiciones de humedad son apropiadas.

La única diferencia entre neblina y niebla es la intensidad de las partículas, que se expresa en términos de visibilidad: Si el fenómeno meteorológico da una visión de 1 km o menos, es considerado como niebla; y si permite ver a más de 1 km, el fenómeno es considerado como neblina. Visto a la distancia, la neblina toma más la tonalidad del aire (grisáceo/azulino), mientras que la niebla es más blanquecina.

La neblina como la bruma hace visibles los rayos solares, por el contrario, la niebla debido a su alta densidad de partículas no hace visibles los rayos solares.

Virga


La "virga" es el hidrometeoro que cae de una nube pero que se evapora antes de alcanzar el suelo. A grandes altitudes la precipitación cae mayormente como cristales de hielo antes que se funda y finalmente se evapore; se debe fundamentalmente al calor de compresión debido al incremento de la presión atmosférica acercándose al suelo; es más común en el desierto.

La virga puede causar diversos efectos meteorológicos, debido a que, a medida que la lluvia líquida va pasando a forma de vapor, sustrae mucho calor del aire debido al mayor calor de vaporización del agua. Estos pequeños empaquetamientos, de aire extremadamente frío descienden rápidamente, creando una microturbulencia sumamente peligrosa para la navegación aérea.

Una "virga" puede jugar un rol en la génesis de la célula de una tormenta, donde partículas livianas de una nube se incorporan dentro de masas de aire cercano supersaturado, actuando como núcleos para el siguiente cumulonimbus como nube de tormenta, y continuar así formando tormentas.

Una virga puede producir algunas escenas, especialmente en los atardeceres rojizos. La luz roja puede lograr hacer visibles los chorros de aire y la lluvia cayendo, mientras vientos ascendentes empujan más allá del borde máximo de la virga, formando un ángulo, haciendo aparecer a las nubes como en forma de comas.

Granizo


El Granizo sólo se forma en los Cumulonimbus que están muy desarrollados. Los Cumulonimbus son aquellas nubes que se caracterizan por ser grandes nubes de tormenta cuya cima presenta una forma plana. Pueden alargarse hasta alcanzar los quince mil metros de altura, y además del Granizo, se encargan de producir las Tormentas y los Tornados.

El Granizo ese llega a originar cuando corrientes aire ascienden al cielo de forma muy violenta. Las gotas de agua se convierten en hielo al ascender a las zonas más elevadas de la nube, o al menos a una zona de la nube cuya temperatura sea como mínimo de 0º Centígrados, temperatura a la que congela el agua. Conforme transcurre el tiempo, esa gota de agua gana dimensiones, hasta que representa lo suficiente como para ser incontenible y permanecer por más tiempo en suspensión. Es entonces cuando, arrastrándose en su caída entre medias de la nube, se lleva consigo las gotas que va encontrando en su camino.

Nieve


La nieve es un fenómeno meteorológico que consiste en la precipitación de pequeños cristales de hielo. Los cristales de nieve adoptan formas geométricas con características fractales y se agrupan en copos. Ya que está compuesta por pequeñas partículas ásperas es un material granular. Normalmente tiene una estructura abierta y suave, excepto cuando es comprimida por la presión externa.

La nieve se forma comúnmente cuando el vapor de agua experimenta una alta deposición en la atmósfera a una temperatura menor de 0 °C, y posteriormente cae sobre la tierra.


Tipos de nieve


Precipitación de la nieve

  • Nevasca: Es una tormenta de nieve y hielo, que se produce generalmente en alta montaña o altas latitudes. Cuando está acompañada de fuertes vientos, puede llamarse ventisca o ventisca de nieve.
  • Ráfaga: Es una nieve ligera con generalmente poca acumulación con las nevadas moderadas ocasionales.
  • Lluvia congelada: Es un tipo de lluvia que cae del cielo y que se congela a su paso por la atmósfera .
  • Gránulos de nieve: También conocidos como cinarra, son granos de hielo blancos y opacos, aplanados con diámetros inferiores a 1 mm.
  • Granos de hielo: También conocidos como granizo menudo, son un tipo de granizo muy fino, formados por la precipitación de bolitas de hielo transparentes de forma irregular, cuyo diámetro es de 5 mm o menor.
  • Perdigones de hielo: Son una forma de precipitación consistente en agua parcialmente congelada, pero no en forma de cristales.
  • Prismas de hielo: Son constituidos por cristales de hielo, con forma de agujas o láminas, tan menudos que parecen suspendidos en el aire.
  • Graupel: También se les llaman pelotitas de nieve. Son más grandes que los granos de hielo y más pequeñas que el granizo.
  • Ventisca de nieve: Ocurre cuando un viento fuerte conduce nieve ya caída para crear derivas.
  • Granizo: consiste en gotas de agua sobreenfriadas, por la baja temperatura que hace cuando se precipita la nube.
  • Hailstorm: Una tormenta de granizo. Si el granizo es muy grande, puede dañar a los coches, incluso a la gente.
  • Nieve efecto-lago: Es producido cuando los vientos fríos se mueven a través de extensiones grandes de agua caliente.
  • Aguanieve: Es una forma de precipitación consistente en nieve parcialmente fundida al tocar el suelo.
  • Nevadas: Son intensas y pueden estar acompañadas de viento, pero son mucho menos fuertes que el Hailstorm.

Llovizna

La llovizna es un tipo de precipitación que se caracteriza por tener un tamaño de gota pequeño (usualmente menos de 0,5 mm de diámetro) dando la impresión de que las gotas flotan en vez de caer. La llovizna se origina en nubes relativamente bajas y de poco desarrollo vertical como son los estratocúmulos. Es un fenómeno de común ocurrencia en la costa árida de Perú y Chile, y en la Cornisa Cantábrica.

Frente de ráfagas


Como límite frontal, también conocido como frente de ráfagas, es una zona de separación en microescala o en mesoescala de aire frío de tormentas (fluyentes) de la atmósfera subyacente; es similar en efecto al frente frío, con pasajes marcados por una inyección de viento y usualmente la caída en temperatura y un correlacionado aumento de presión. Estas corrientes pueden persistir por 24 h o más después de las tormentas que generaron y se disiparon, y pueden desplazarse cientos de km desde su área de origen. Nuevas tormentas frecuentemente se desarrollan a lo largo de estas corrientes, especialmente cerca del punto de intersección con otro frente frío, frente de punto de rocío, otros flujos, etc.) Estos frentes pueden verse como finas líneas en el radar meteo, o arcos de nubes bajas en imágenes de satélite meteorológico. Desde la tierra, estos frentes pueden ser co-localizados con la apariencia de nube en arco o de nube almeja.

Los movimientos de flujo atmosférico crean cizalladura de viento de bajo nivel, pudiendo ser peligrosas durante los pasajes de aeronaves en ascenso o para aterrizar. Versiones potentes de esos desarrollos coocidos como "corrientes descendentes" pueden ser generadas en medios con cizalladuras verticales y a niveles medios de aire seco. Los microfrentes suelen tener un diámetro de influencia menor a 4 km; mientras los macrofrentes ocurren sobre un diámetro mayor a 4 km . Los microfrentes húmedos ocurren en atmósferas donde los bajos niveles están saturados, mientras los microfrentes secos ocurren en atmósferas más secas, tormentas de base alta. Cuando un frente se mueve hacia un más estable ambiente de bajo nivel, tales los dentro de una región de aire más frío o sobre regiones de Tº más frías del agua marítima, puede comenzar a desarrollarse una nube ondular.

Frente

Un frente es una franja de separación entre dos masas de aire de diferentes temperaturas, y se les clasifica como fríos, calientes, estacionarios y ocluídos según sus características. La palabra frente tiene origen en el lenguaje militar ( como frente de batalla) y se asemeja a una batalla porque el choque entre las dos masas produce una actividad muy dinámica de tormentas eléctricas, ráfagas de viento y fuertes aguaceros.

Los frentes meteorológicos son frecuentemente asociados con sistemas de presión atmosféricos. Son generalmente guiados por corrientes de aire y viajan de oeste a este en el hemisferio norte, e inversamente en el sur. Este movimiento se debe a la fuerza de Coriolis, causado por el movimiento de la Tierra en su eje. Los frentes también pueden ser afectados por formaciones geográficas tales como montañas y grandes volúmenes de agua.

Frente frío

El frente frío es una franja de mal tiempo que ocurre cuando una masa de aire frío se acerca a una masa de aire caliente. El aire frío, siendo más denso, genera una "cuña" y se mete por debajo del aire cálido y menos denso.

Los frentes fríos se mueven rápidamente. Son fuertes y pueden causar perturbaciones atmosféricas tales como tormentas de truenos, chubascos, tornados, vientos fuertes y cortas tempestades de nieve antes del paso del frente frío, acompañadas de condiciones secas a medida que el frente avanza. Dependiendo de la época del año y de su localización geográfica, los frentes fríos pueden venir en una sucesión de 5 a 7 días.En mapas de tiempo, los frentes fríos están marcados con el símbolo de una línea azul de triángulos que señalan la dirección de su movimiento.

La velocidad de desplazamiento del frente es tal que el efecto de descenso brusco de temperatura se observa en pocas horas.


Frente cálido

Se llama frente cálido a la parte frontal de una masa de aire tibio que avanza para reemplazar a una masa de aire frío, que retrocede. Generalmente, con el paso del frente cálido la temperatura y la humedad aumentan, la presión sube y aunque el viento cambia no es tan pronunciado como cuando pasa un frente frío. La precipitación en forma de lluvia, nieve o llovizna se encuentra generalmente al inicio de un frente superficial, así como las lluvias convectivas y las tormentas. La neblina es común en el aire frío que antecede a este tipo de frente. A pesar que casi siempre aclara una vez pasado el frente, algunas veces puede originarse neblina en el aire cálido.


Frente ocluido

Un frente ocluido se forma donde un frente caliente móvil más lento es seguido por un frente frío, con desplazamiento más rápido. El frente frío ya con forma de cuña alcanza al frente caliente y lo empuja hacia arriba. Los dos frentes continúan moviéndose uno detrás del otro, y la línea entre ellos es la que forma el frente ocluido.

Así como con los frentes inmóviles, una amplia variedad de condiciones climáticas puede ser encontrada a lo largo de este tipo de frente, pero por lo general, son asociados con los estratos de nubes y la precipitación ligera. Los frentes ocluidos se forman generalmente alrededor de áreas de baja presión y cuando estas están debilitándose.

Los frentes ocluidos están marcados en los mapas meteorológicos con una línea punteada rosada entre las marcas del frente frío y el frente caliente que señalan la dirección de su desplazamiento.


Frente estacionario

Un frente estacionario es un límite entre dos masas de aire, de las cuales ninguna es lo suficientemente fuerte para sustituir a la otra. Una variedad amplia de condiciones climáticas pueden ser encontradas a lo largo de este tipo de frente, pero generalmente las nubes y la precipitación prolongada son las más frecuentes.

Después de varios días, los frentes estacionarios se disipan, o se convierten en un frente frío o caliente. Los frentes estacionarios son más numerosos en los meses de verano. La precipitación prolongada que se asociada a los frentes estacionarios es a menudo responsable de inundaciones durante los meses de verano.

En los mapas meteorológicos están marcados con una línea de círculos rojos y triángulos azules que se alternan, puestos en direcciones opuestas, simbolizando la naturaleza dual del frente.

Lluvia Ciclonal

Las lluvias ciclonales acompañan el paso de los frentes de las perturbaciones.Se producen cuando dos masas de aire de características diferentes se ponen en contacto (frente) y el desplazamiento de una provoca las ascensión frontal de la otra. A lo largo del frente cálido, el aire cálido y húmedo se eleva por encima del aire frío, engendrado nubes y lluvias; a lo largo del frente frío, la masa de aire cálido es levantada por el impulso del aire frío, de lo que se siguen intensas lluvias y chubascos tormentosos separados por claros. Este tipo de lluvias es característico de los países templados

Lluvia Orográfica

La lluvia orográfica es la producida por el ascenso de una columna de aire húmedo al encontrarse con un obstáculo orográfico, como una montaña. En su ascenso el aire se enfría hasta alcanzar el punto de saturación del vapor de agua, y una humedad relativa del 100%, que origina la lluvia.

Lluvia Convectiva

Suelen producirse en zonas llanas o con pequeñas irregularidades topográficas, donde puede presentarse un ascenso de aire húmedo y cálido dando origen a nubes del tipo de cumulonimbos con lluvias intensas. El diámetro del cumulonimbo que produce una lluvia de convección puede variar notablemente, desde un centenar de metros en un tornado, hasta unos 1000 km o más en el caso de un huracán, aunque el término cumulonimbo suele limitarse a casos intermedios. Este diámetro está directamente relacionado con la mayor o menor duración de la tormenta.


Características

Se producen cuando el aire asciende por diferencias de temperatura a causa de un calentamiento local (ascensión convectiva). El ascenso es natural. El gradiente adiabático tiene que ser menor que el gradiente vertical medio de temperatura. Entonces el aire inestable asciende y se forman nubes de desarrollo vertical (cúmulos y cumulonimbos), dando lugar a precipitaciones de tormenta y granizo. Son propias de las regiones ecuatoriales y tropicales. En latitudes medias dan lugar a las tormentas de verano.

  • Las lluvias de convección suelen producirse en horas de la tarde. Las razones son:
1. La radiación solar va calentando durante el día la superficie terrestre (las tierras primero y las aguas después, como se puede ver en el artículo sobre la diatermancia). Las columnas de aire caliente comienzan a ascender en los lugares que más se han calentado, lo cual puede variar localmente por múltiples razones, principalmente, por la incidencia de los rayos solares sobre el suelo, por la mayor o menor cantidad de vegetación y, sobre todo, por la mayor o menor cantidad de agua en el lugar. Estas columnas de aire no suelen verse en un principio por su escasa humedad relativa aunque suelen estar indicadas en la zona intertropical por el ascenso en círculos de las aves como el zamuro y otras de gran tamaño, que las aprovechan planeando para ascender y, cuando alcanzan gran altura dirigirse hacia donde desean, descendiendo con una economía enorme de esfuerzo, ya que pueden volar unos diez km o más sin prácticamente mover las alas. El ascenso de estas aves se produce inmediatamente antes de producirse las lluvias, aunque a veces, cuando el aire está muy seco, las columnas de aire caliente no son seguidas por esas lluvias de convección. Los planeadores pueden aprovechar estas columnas de aire caliente para ascender, aunque en este caso no se puede hablar exclusivamente de ascenso del aire por convección sino por el ascenso del aire por el efecto orográfico o una combinación de ambos tipos de motivos.

2. La mayor velocidad de ascenso de las columnas de aire caliente durante las horas de la tarde, da origen a un rápido enfriamiento de esas columnas, produciéndose la rápida condensación y la formación de nubes de desarrollo vertical, principalmente cúmulos en sus diversos tipos, y cumulonimbos, que son los que producen lluvias intensas y tormentas, por las diferencias de humedad y temperatura que se dan entre el interior y los bordes de la masa nubosa.
  • Las lluvias de convección dejan una especie de "huella" o mancha mojada en el suelo que tiene forma ovalada, la cual ayuda a repartir mejor la acción de las distintas nubes de lluvia, cuya superficie suele ser relativamente reducida. Sobre la huella que dejan no suele producirse un nuevo cumulonimbo poco después porque tras la lluvia producida, el suelo mojado crea una especie de pequeña zona de alta presión sin vientos. El refrán de que detrás de la tormenta viene la calma se aplica perfectamente en este caso. Sólo en casos muy favorables y específicos del relieve, por ejemplo, en el sur del Lago de Maracaibo, donde los vientos se ven forzados a ascender por el estrechamiento del relieve, se produce la unión de numerosos cumulonimbos con una tormenta eléctrica continuada durante toda la noche: es el caso del Relámpago del Catatumbo en el occidente de Venezuela, donde se combina la convección producida en la superficie del lago de Maracaibo en horas de la tarde, con el efecto orográfico de los Andes venezolanos (la Sierra de Mérida) y la Sierra de Perijá. Esta idea queda clara en la imagen de satélite cuyo enlace aparece abajo.

Lluvia

La lluvia es un fenómeno atmosférico de tipo acuático que se inicia con la condensación del vapor de agua contenido en las nubes.
Según la definición oficial de la Organización Meteorológica Mundial, la lluvia es la precipitación de partículas líquidas de agua de diámetro mayor de 0.5 mm o de gotas menores, pero muy dispersas. Si no alcanza la superficie terrestre, no sería lluvia sino virga y si el diámetro es menor sería llovizna.
La lluvia depende de tres factores: la presión, la temperatura y, especialmente, la radiación solar.


Intensidad de las lluvias


La cantidad de precipitación es medida en milímetros de agua caída, es decir, la altura de agua caída recogida en una superficie plana y medida en milímetros. Un milímetro de agua de lluvia equivale a 1 L de agua por m², que es otra forma de medir la cantidad de agua de lluvia.

La lluvia se adjetiviza respecto a la cantidad de precipitación por hora (mm/h):

  • Débiles: cuando su intensidad es <= 2 mm/h
  • Moderadas: > 2 mm/h y <= 15 mm/h
  • Fuertes: > 15 mm/h y <= 30 mm/h
  • Muy fuertes: >30 mm/h y <= 60 mm/h
  • Torrenciales: >60 mm/h


Clasificación de precipitaciones acuosas


  • Llovizna: es cuando apenas se alcanzan a ver las gotas. En una llovizna la pluviosidad es casi insignificante y se ve como si las gotas flotaran en forma pulverizada. Popularmente se le llama garúa, orvallo, sirimiri, o calabobos.
  • Chubasco: Pueden estar acompañados de viento con una intensidad moderada, a veces pueden ser fuertes. Si el viento es muy fuerte estos se precipitan violentamente contra el suelo.
  • Lluvia: propiamente dicha va de débil a moderada, sin alcanzar la intensidad de una tormenta.
  • Tormenta eléctrica: puede ser débil o intensa; su pluviosidad es alta y las gotas son grandes y el viento, intenso; incluye la posibilidad de que se precipite granizo.
  • Aguacero : Es una lluvia torrrencial, puede causar estragos y generalmente se ampompaña con vientos de 25 km/hr. a 40 km/hr. Hasta sobrepasa los 100 km/hr. en ocasiones.
  • Monzón: Lluvia muy muy intensa más que el aguacero. Ocurre en cierto período pero sólo en lugares de clima ecuatorial. Casi siempre en verano.
  • Manga de agua: es muy intensa, es más fuerte que el monzón. Tiene viento intenso, gotas grandes, pluviosidad suficientemente copiosa para inundar y causar grandes estragos. Esta lluvia tiene la capacidad de crear granizo sumamente grande, habiendo la posibilidad de acompañarse con tornados. Las trombas tienen vórtices de viento, como una especie de "ojo". Si las temperaturas son inferiores a los 0 grados Celsius se precipitan nevadas.


Tipos de lluvia


La persistencia de una lluvia abundante requiere que las capas de nubes se renueven continuamente por un movimiento de ascenso de las más inferiores que las sitúe en condiciones propicias para que se produzca la lluvia. Únicamente así se explica que algunas estaciones meteorológicas, como las de Baguio (en la isla de Luzón, en las Filipinas), haya podido recibir 2.239 mm, de lluvia en cuatro días sucesivos. Todo volumen de aire que se eleva se dilata y, por consiguiente, se enfría. La ascensión de las masas de aire puede estar ligada a diversas causas, que dan lugar a diversos tipos de lluvia:

  • Lluvias de convección
  • Lluvias orográficas
  • Lluvias frontales o ciclónicas:
1.Frente frío
2.Frente cálido
3.Frente templado

Precipitación

La precipitación es cualquier forma meteorologica hidrometeoro que cae del cielo y llega a la superficie terrestre. Esto incluye lluvia, llovizna, nieve, cinarra, granizo, pero no la virga, neblina ni rocío. La cantidad de precipitación sobre un punto de la superficie terrestre es llamada pluviosidad, o pluvial.

La precipitación es una parte importante del ciclo de vida ciclo hidrológico y es responsable del depósito de agua dulce en el planeta. La precipitación es generada por las nubes, cuando alcanzan un punto de saturación; en este punto las gotas () de agua creciente (o pedazos de hielofilo) se forman, que caen a la Tierra por gravedad. Es posible inseminar nubes para inducir la precipitación rociando un polvo fino o un químico apropiado (como el nitrato de plata) dentro de la nube, generando las gotas de agua e incrementando la probabilidad de precipitación.


La medición de la precipitación

Los instrumentos más frecuentemente utilizados para la medición de la lluvia y el granizo son los pluviómetros y pluviógrafos, estos últimos se utilizan para determinar las precipitaciones pluviales de corta duración y alta intensidad. Estos instrumentos deben ser instalados en locales apropiados donde no se produzcan interferencias de edificaciones, árboles, o elementos orográficos como rocas elevadas.

La precipitación pluvial se mide en mm, que equivale al espesor de la lámina de agua que se formaría, a causa de la precipitación sobre una superficie plana e impermeable.

A partir de 1980 se está popularizando cada vez más la medición de la lluvia por medio de un radar meteorológico, los que generalmente están conectados directamente con modelos matemáticos, que permiten así determinar la lluvia y los caudales en tiempo real, en una determinada sección de un río.

Punto de rocío

El punto de rocío o temperatura de rocío es la temperatura a la que empieza a condensarse el vapor de agua contenido en el aire, produciendo rocío, neblina o, en caso de que la temperatura sea lo suficientemente baja, escarcha.

Para una masa dada de aire, que contiene una cantidad dada de vapor de agua (humedad absoluta), se dice que la humedad relativa es la proporción de vapor contenida en relación a la necesaria para llegar al punto de saturación, expresada en porcentaje. Cuando el aire se satura (humedad relativa igual al 100%) se llega al punto de rocío.

Presión atmosférica

La presión atmosférica es la presión ejercida por el aire atmosférico en cualquier punto de la atmósfera. Normalmente se refiere a la presión atmosférica terrestre, pero el término es generalizable a la atmósfera de cualquier planeta o satélite.

La presión atmosférica en un punto es numéricamente igual al peso de una columna de aire de área de sección recta unitaria que se extiende desde ese punto hasta el límite superior de la atmósfera. Como la densidad del aire disminuye cuando nos elevamos, no podemos calcular ese peso a menos que seamos capaces de expresar la densidad del aire ρ en función de la altitud z o de la presión p. Por ello, no resulta fácil hacer un cálculo exacto de la presión atmosférica sobre la superficie terrestre; por el contrario, es muy fácil medirla.

La presión atmosférica en un lugar determinado experimenta variaciones asociadas con los cambios meteorológicos. Por otra parte, en un lugar determinado, la presión atmosférica disminuye con la altitud, a causa de que el peso total de la atmósfera por encima de un punto disminuye cuando nos elevamos. La presión atmosférica decrece a razón de 1 mmHg o Torr por cada 10 m de elevación en los niveles próximos al del mar. En la práctica se se utilizan unos instrumentos, llamados altímetros, que son simples barómetros aneroides calibrados en alturas; estos instrumentos no son muy precisos.

Tsunami


Es una ola o un grupo de olas de gran energía y tamaño que se producen cuando algún fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua. Se calcula que el 90% de estos fenómenos son provocados por terremotos, en cuyo caso reciben el nombre, más preciso, de maremotos tectónicos. La energía de un tsunami depende de su altura (amplitud de la onda) y de su velocidad. La energía total descargada sobre una zona costera también dependerá de la cantidad de picos que lleve el tren de ondas (en el reciente maremoto del Océano Índico hubo 7 picos). Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento.

Anticiclón

Un anticiclón es una zona atmosférica de alta presión, en la cual la presión atmosférica (corregida al nivel del mar) es superior a la del aire circundante. El aire de un anticiclón es más estable que el aire que le circunda y desciende sobre el suelo desde las capas altas de la atmósfera, produciéndose un fenómeno denominado subsidencia. Los anticiclones, debido a lo anterior, provocan situaciones de tiempo estable y ausencia de precipitaciones, ya que la subsidencia limita la formación de nubes. La circulación del aire en el interior de un anticiclón es inversa a la de una borrasca, es decir, en el Hemisferio Norte la circulación es en el sentido de las manecillas del reloj (dextrógiro), y en el Hemisferio Sur es en sentido contrario a las manecillas del reloj (levógiro).

Un anticiclón térmico es el descenso de una masa de aire debido a que está más fría que el entorno. Se produce cuando el aire desciende por enfriamiento, aumenta la presión atmosférica, y la pérdida de temperatura es mayor en las capas bajas que en las altas, provocando una inversión térmica. Da un tiempo seco, soleado y frío.

Un anticiclón dinámico es el descenso de una masa de aire debido a que es empujada hacia la superficie de la Tierra por la advección en altura de masas de aire que la desplazan del lugar en el que está. Da tiempo seco, soleado y caluroso. El Anticiclón se caracteriza por su presión atmosférica que es superior a la del aire cercano, esto produce un efecto expansivo en esa zona. Lo anterior lo diferencia de la Depresión, la cual tiene la presión atmosférica más baja que el aire circundante y produce un efecto de contracción del aire, hacía el centro de la borrasca.

Ciclón polar

Un ciclón polar o ciclón ártico es un sistema atmosférico de baja presión, atravesando entre 1000 y 2000 kilómetros, en los que el aire circula en sentido contrario a las agujas del reloj (en el hemisferio norte). El motivo de esta rotación el mismo que el de los ciclones tropicales, el efecto Coriolis. Este tipo de fenómenos no debe confundirse con lo que se conoce comúnmente como baja polar, cuyo comportamiento es similar al de un huracán.

La actividad ciclónica es más prevalente en el Ártico Eurasiático con 15 ciclones por invierno. Los ciclones polares también ocurren en Groenlandia y en el Ártico canadiense. Los ciclones polares pueden ocurrir en cualquier momento del año, Sin embargo, los ciclones de verano suelen ser más débiles que los de invierno. No han sido muy estudiados y raramente causan daños, ya que tienen lugar en áreas poco pobladas.

Escala de huracanes de Saffir-Simpson

La escala de huracanes de Saffir-Simpson es una escala que clasifica los ciclones tropicales según la intensidad del viento, desarrollada en 1969 por el ingeniero civil Herbert Saffir y el director del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, Bob Simpson.



Categoría 1: Velocidad del viento: 119–153 km/h. Marea: 1.2–1.5 m. Presión central: 980 hPa. Nivel de daños:Sin daños en las estructuras de los edificios. Daños básicamente en casas flotantes no amarradas, arbustos y árboles. Inundaciones en zonas costeras y daños de poco alcance en puertos.Ejemplos: Huracán Agnes–Huracán Danny–Huracán Vince–Huracán Lorenzo.

Categoría 2: Velocidad del viento: 154–177 km/h. Marea: 1.8–2,4 m. Presión central: 965–979 hPa. Daños potenciales: Daños en tejados, puertas y ventanas. Importantes daños en la vegetación, casas móviles, etc. Inundaciones en puertos así como ruptura de pequeños amarres. Ejemplos: Huracán Bonnie-Huracán Diana-Huracán Erin.

Categoría 3: Velocidad del viento: 178–209 km/h. Marea: 2.7–3,7 m. Presión central: 945–964 hPa. Daños potenciales: Daños estructurales en edificios pequeños. Destrucción de casas móviles. Las inundaciones destruyen edificaciones pequeñas en zonas costeras y objetos a la deriva pueden causar daños en edificios mayores. Posibilidad de inundaciones tierra adentro. Ejemplos: Huracán Alicia-Huracán Isidoro–Huracán Jeanne.

Categoría 4: Velocidad del viento: 210–249 km/h. Marea: 4.0–5,5 m. Presión central: 920–944 hPa. Daños potenciales: Daños generalizados en estructuras protectoras, desplome de tejados en edificios pequeños. Alta erosión de bancales y playas. Inundaciones en terrenos interiores. Ejemplos: Huracán Dennis-Huracán Frances-Huracán Paulina.

Categoría 5: Velocidad del viento: ≥250 km/h. Marea: ≥5,5 m. Presión central: <920 hPa. Daños potenciales: Destrucción de tejados completa en algunos edificios. Las inundaciones pueden llegar a las plantas bajas de los edificios cercanos a la costa. Puede ser requerida la evacuación masiva de áreas residenciales. Ejemplos: Huracán Gilberto–Huracán Katrina-Huracán Mitch–Huracán Wilma-Huracán Allen-Huracán Iván.


NOTA: la velocidad del viento está tomada como la media de un minuto. Los valores de la presión central son aproximados. La intensidad de los huracanes en los ejemplos es tomada en el momento de impacto con la costa, no en su momento de máxima intensidad (si es que era mayor en mar abierto).

Ciclón tropical

Ciclón tropical es un término meteorológico usado para referirse a un sistema de tormentas caracterizado por una circulación cerrada alrededor de un centro de baja presión y que produce fuertes vientos y abundante lluvia. Los ciclones tropicales extraen su energía de la condensación de aire húmedo, produciendo fuertes vientos. Se distinguen de otras tormentas ciclónicas, como las bajas polares, por el mecanismo de calor que las alimenta, que las convierte en sistemas tormentosos de "núcleo cálido". Dependiendo de su fuerza y localización, un ciclón tropical puede llamarse depresión tropical, tormenta tropical, huracán, tifón o simplemente ciclón.

Su nombre se deriva de los Trópicos y su naturaleza ciclónica. El término "tropical" se refiere tanto al origen geográfico de estos sistemas, que se forman casi exclusivamente en las regiones tropicales del planeta, como a su formación en masas de aire tropical de origen marino. El término "ciclón" se refiere a la naturaleza ciclónica de las tormentas, con una rotación en el sentido contrario al de las agujas del reloj en el hemisferio norte y similar al de las agujas del reloj en el hemisferio sur.

Los ciclones tropicales pueden producir vientos, olas extremadamente grandes y extremadamente fuertes, tornados, lluvias torrenciales (que pueden producir inundaciones y corrimientos de tierra) y también pueden provocar marejadas ciclónicas en áreas costeras. Se desarrollan sobre extensas superficies de agua cálida y pierden su fuerza cuando penetran en tierra. Esa es una de las razones por la que las zonas costeras son dañadas de forma significativa por los ciclones tropicales, mientras que las regiones interiores están relativamente a salvo de recibir fuertes vientos. Sin embargo, las fuertes lluvias pueden producir inundaciones tierra adentro y las marejadas ciclónicas pueden producir inundaciones de consideración a más de 40 km hacia el interior.

Aunque sus efectos en las poblaciones y barcos pueden ser catastróficos, los ciclones tropicales pueden reducir los efectos de una sequía. Además, llevan el calor de los trópicos a latitudes más templadas, lo que hace que sea un importante mecanismo de la circulación atmosférica global que mantiene en equilibrio la troposfera y mantiene relativamente estable y cálida la temperatura terrestre.

Muchos ciclones tropicales se desarrollan cuando las condiciones atmosféricas alrededor de una débil perturbación en la atmósfera son favorables. Otras se forman cuando otros tipos de ciclones adquieren características tropicales. Los sistemas tropicales son conducidos por vientos direccionales hacia la troposfera; si las condiciones continúan siendo favorables, la perturbación tropical se intensifica y puede llegar a desarrollarse un ojo. En el otro extremo del abanico de posibilidades, si las condiciones alrededor del sistema se deterioran o el ciclón tropical toca tierra, el sistema se debilita y finalmente se disipa.




Estructura física

Todos los ciclones tropicales son áreas de baja presión atmosférica cerca de la superficie de la Tierra. Las presiones registradas en el centro de los ciclones tropicales están entre las más bajas registradas en la superficie terrestre al nivel del mar. Los ciclones tropicales se caracterizan y funcionan por lo que se conoce como núcleo cálido, que consiste en la expulsión de grandes cantidades de calor latente de vaporización que se eleva, lo que provoca la condensación del vapor de agua. Este calor se distribuye verticalmente alrededor del centro de la tormenta. Por ello, a cualquier altitud (excepto cerca de la superficie, donde la temperatura del agua dictamina la temperatura del aire) el centro del ciclón siempre es más cálido que su alrededor. Las principales partes de un ciclón son el ojo, la pared del ojo y las bandas lluviosas.



Bandas lluviosas

Las bandas lluviosas son bandas de precipitación y tormentas que giran ciclónicamente hacia el centro de la tormenta. Las rachas de viento más fuerte y las mayores precipitaciones suelen producirse en bandas de lluvia individuales, con otras bandas de tiempo relativamente calmado entre ellas. Normalmente, en las bandas de lluvia se forman tornados al entrar en tierra. Los huracanes anulares son distintivos por la ausencia de bandas de lluvia; sin embargo, poseen un área circular alrededor del centro de baja presión en el que hay mal tiempo.

Mientras que todas las áreas de baja presión en superficie requieren una divergencia hacia arriba para continuar haciéndose más intensas, la divergencia en los ciclones tropicales es desde el centro hacia todas las direcciones. Los vientos en capas altas de un ciclón tropical se alejan del centro de la tormenta con una rotación anticiclónica debido al efecto Coriolis. Los vientos en la superficie son fuertemente ciclónicos, se debilitan con la altura y se invierten a sí mismos. Los ciclones tropicales deben esta característica única a la necesidad de que no exista una cizalladura vertical para mantener el núcleo cálido del centro de la tormenta.



Ojo y zona interna

Un ciclón tropical presenta un área de aire que circula en sentido descendente en el centro del mismo; si el área es lo suficientemente fuerte se puede desarrollar lo que se llama "ojo". Normalmente, en el ojo la temperatura es cálida y éste se encuentra libre de nubes (sin embargo, el mar puede ser extremadamente violento). En el ojo del ciclón se registran las temperaturas más frías en superficie y las más cálidas en altura. Normalmente el ojo es de forma circular y puede variar desde los 3 a los 370 kilómetros de diámetro. En ocasiones, los ciclones tropicales maduros e intensos pueden presentar una curvatura hacia el interior en la parte superior de la pared del ojo, tomando un aspecto parecido al de un estadio de fútbol, por lo que este fenómeno se le llama en ocasiones "efecto estadio".

Hay otros elementos que o bien rodean o bien cubren el ciclón. El Denso Revestimiento Central (CDO) es un área de densa actividad tormentosa cerca del centro del ciclón tropical; en ciclones débiles, el CDO cubre el centro de circulación completamente, resultando en un ojo no visible. Contiene la pared del ojo y el ojo en sí mismo. El huracán clásico contiene un CDO simétrico, lo cual significa que es perfectamente circular y redondo en todos sus lados.

La pared del ojo es una banda alrededor del ojo donde los vientos alcanzan las mayores velocidades, las nubes alcanzan la mayor altura y la precipitación es más intensa. El daño más grave debido a fuertes vientos ocurre mientras la pared del ojo de un huracán pasa sobre tierra.[4] En los ciclones tropicales intensos hay un ciclo de reemplazo de la pared del ojo. Cuando los ciclones alcanzan un pico de intensidad, normalmente tienen una pared del ojo y un radio de las ráfagas de viento que contraen a un tamaño muy pequeño, alrededor de 10 o 25 kilómetros. Las bandas de lluvia externas se pueden organizar en un anillo de tormentas externo que se mueve lentamente hacia el interior y que roba la pared del ojo para captar su humedad y momento angular. Cuando la pared del ojo interno se debilita, el ciclón tropical también se debilita, los vientos más fuertes se debilitan y la presión en el centro aumenta. Al final del ciclo la pared del ojo externo reemplaza al interno completamente. La tormenta puede ser de la misma intensidad o incluso mayor una vez que el ciclo de reemplazo ha terminado. La tormenta vuelve a extenderse de nuevo y se forma un nuevo anillo externo para la nueva sustitución de la pared del ojo.


Regiones principales

Hay siete regiones principales de formación de ciclones tropicales. Son el Océano Atlántico, las zonas oriental, sur y occidental del Océano Pacífico, así como el sudoeste, norte y sureste del Océano Índico. A nivel mundial, cada año se forman una media de 80 ciclones tropicales.


  • Océano Atlántico Norte. Se trata de la región más estudiada de todas. Incluye el Océano Atlántico, el Mar Caribe y el Golfo de México. La formación de ciclones tropicales varía ampliamente de un año a otro, oscilando entre veinte y una por año, con una media de diez (2005 batió el récord al registrar un total de 28) La costa atlántica de Estados Unidos, México, América Central, las Islas Caribeñas y Bermudas se ven afectadas frecuentemente por estos fenómenos. Venezuela, el sureste de Canadá y las islas "Macaronesias" también se ven afectadas ocasionalmente. La mayoría de las tormentas atlánticas más intensas son Huracanes del tipo Cabo Verde, que se forman en la costa occidental de África, cerca de la islas de Cabo Verde.
  • Océano Pacífico Noreste. Es la segunda región más activa del mundo y la más densa (mayor número de tormentas en una menor región del océano). Las tormentas que se forman aquí pueden afectar al oeste de México, Hawái, al norte de América Central y, en ocasiones extremadamente raras, a California.
  • Océano Pacífico Noroeste. La actividad tropical en esta región afecta frecuentemente a China, Japón, Filipinas y Taiwán, pero también a otros países en el sudeste asiático como Vietnam, Corea del Sur e Indonesia, además de numerosas islas de Oceanía. Es, con diferencia, la región más activa, convirtiéndose en la tercera de todas las de actividad de ciclones tropicales del mundo. La costa de la República Popular China presencia la mayor cantidad de entradas en tierra de ciclones en el mundo.
  • Océano Índico Norte. Esta región se divide en dos áreas, la Bahía de Bengala y el Mar Arábigo, habiendo en la primera de ellas de 5 a 6 veces más actividad. La temporada de esta región tiene dos puntos interesantes; uno en abril y mayo, antes del comienzo del monzón, y otro en octubre y noviembre, justo después. Los huracanes que se forman en esta región han sido históricamente los que más vidas se han cobrado — el más terrible, el ciclón Bhola de 1970, acabó con la vida de 200.000 personas. Los países afectados en esta región incluyen a India, Bangladesh, Sri Lanka, Tailandia, Birmania y Pakistán. En raras ocasiones, un ciclón tropical formado en esta región puede afectar también a la Península Arábiga.
  • Océano Pacífico Suroeste. La actividad tropical en esta región afecta mayoritariamente a Australia y el resto de Oceanía.
  • Océano Índico Sudeste. La actividad tropical en esta región afecta a Australia e Indonesia.
  • Océano Índico Suroeste. Esta región es la menos documentada debido a la ausencia de datos históricos. Los ciclones que se forman aquí afectan a Madagascar, Mozambique, Isla Mauricio y Kenia.



Áreas de formación atípicas

Las siguientes áreas producen ciclones tropicales ocasionalmente.

  • Océano Atlántico Sur. Una combinación de aguas más frías y cizalladura vertical hacen muy difícil para el Atlántico Sur registrar actividad tropical. Sin embargo, se han observado tres ciclones tropicales en esta región. Fueron una débil tormenta tropical en 1991 cerca de la costa de África; el Ciclón Catarina (conocido también como Aldonça), que hizo entrada en tierra en Brasil 2004, con fuerza de Categoría 1; y una tormenta más pequeña, en enero de 2004, al este de Salvador de Bahía, Brasil, que se cree que alcanzó intensidad de tormenta tropical en base a los vientos registrados.
  • Pacífico Norte Central. La cizalladura en esta área del Océano Pacífico limita severamente el desarrollo tropical, por lo que no se conocen formaciones de tormentas desde 2002. Sin embargo, esta región es frecuentada comúnmente por los ciclones tropicales que se forman en el ambiente mucho más favorable de la región del Pacífico Nordeste.
  • Pacífico Sudeste. Las formaciones tropicales en esta región son bastante raras; cuando se forman, frecuentemente están enlazadas a episodios de El Niño. Muchas de las tormentas que entran en esta región se han formado en el lejano oeste, en la zona del Pacífico Suroeste. Afectan a las islas de Polinesia en casos excepcionales.
  • Mar Mediterráneo. A veces se forman tormentas con estructuras similares a las de los ciclones tropicales. Algunos ejemplos de estos "ciclones tropicales mediterráneos" se formaron en septiembre de 1947, septiembre de 1969, enero de 1982, septiembre de 1983 y enero de 1995. Sin embargo, hay cierto debate sobre si la naturaleza de estas tormentas fue realmente tropical.
  • Subtrópicos templados. las áreas más allá de los treinta grados del ecuador normalmente no son conductivas para la formación o fortalecimiento de ciclones tropicales. El factor limitante primario es la temperatura del agua, aunque una mayor cizalladura vertical también es otro de los factores. Estas zonas en ocasiones son frecuentadas por ciclones moviéndose desde latitudes tropicales. En raras ocasiones, como 1988 y 1975 pueden formarse o fortalecerse en esta región.
  • Bajas Latitudes. El área entre los paralelos 10º N y 10º S no experimentan una presencia significativa del efecto Coriolis, un ingrediente vital para un ciclón tropical. Sin embargo, en diciembre de 2001, el Tifón Vamei se formó al sudeste del Mar de la China Meridional e hizo entrada en tierra en Malasia. Tuvo origen en una formación tormentosa en Borneo, que se movió hacia el Mar de la China Meridional.
  • Los Grandes Lagos. Un sistema tormentoso que parecía similar a un huracán se formó en 1996, en el lago Hurón. Formó una estructura con el ojo típico en su centro y pudo haber sido durante un breve espacio de tiempo un ciclón tropical.



Formación

La formación de ciclones tropicales es el tema de muchas investigaciones y todavía no se entiende perfectamente. Seis factores generales son necesarios para hacer posible la formación de ciclones tropicales, aunque ocasionalmente pueden desafiar a estos requisitos:

1. Temperatura del agua de al menos 26,5 °C hasta una profundidad de al menos 50 m. Las aguas a esta temperatura provocan que la atmósfera sea lo suficientemente inestable como para sostener convección y tormentas eléctricas.
2. Enfriamiento rápido con la altura. Esto permite la expulsión de calor latente, que es la fuente de energía en un ciclón tropical.
3. Alta humedad, especialmente en las alturas baja a media de la troposfera. Cuando hay mucha humedad en la atmósfera, las condiciones son más favorables para que se desarrollen perturbaciones.
4. Baja cizalladura vertical. Cuando la cizalladura vertical es alta, la convección del ciclón o perturbación se rompe, deshaciendo el sistema.
5. La distancia al ecuador terrestre. Permite que la fuerza de Coriolis desvíe los vientos hacia el centro de bajas presiones, causando una circulación. La distancia aproximada es 500 km o 10 grados.
6. Un sistema de perturbación atmosférica preexistente. El sistema debe tener algún tipo de circulación como centro de bajas presiones.

Sólo ciertas perturbaciones atmosféricas pueden dar como resultando un ciclón tropical. Éstas incluyen:

1. Ondas tropicales u ondas de vientos del este, que, como se mencionaba anteriormente, son áreas de vientos convergentes con movimiento oeste. Frecuentemente ayudan al desarrollo de tormentas eléctricas que pueden desarrollarse a ciclones tropicales. Muchos de los ciclones tropicales se forman de éstas. Un fenómeno similar a las ondas tropicales son las líneas de distorsión de África Oriental, que son líneas convectivas que se producen sobre África y se mueven al Atlántico.
2. Canales troposféricos superiores, que son núcleos fríos de vientos en capas altas. Un ciclón de núcleo cálido puede aparecer cuando uno de estos canales (en ocasiones) desciende a los niveles bajos y produce convección profunda.
3. Los límites frontales que caen pueden ocasionalmente "atascarse" sobre aguas cálidas y producir líneas de convección activa. Si una circulación de bajo nivel se forma bajo esta convección, puede desarrollarse un ciclón tropical.


Época de formación

A nivel mundial, los picos de actividad ciclónica tienen lugar hacia finales de verano, cuando la temperatura del agua es mayor. Sin embargo, cada región particular tiene su propio patrón de temporada. En una escala mundial, mayo es el mes menos activo, mientras que el más activo es septiembre.

En el Atlántico Norte, la temporada es diferente, teniendo lugar desde el 1 de junio al 30 de noviembre, alcanzando su mayor intensidad a finales de agosto y en septiembre. Estadísticamente, el pico de actividad de la temporada de huracanes en el Atlántico es el 10 de septiembre. El nordeste del Océano Pacífico tiene un período de actividad más amplio, pero en un margen de tiempo similar al del Atlántico. El nordeste del Pacífico tiene ciclones tropicales durante todo el año, con un mínimo en febrero y marzo y un máximo de actividad a principios de septiembre. En la región del norte del Índico, las tormentas son más comunes desde abril a diciembre, con picos de intensidad en mayo y noviembre.

En el hemisferio sur, la actividad de ciclones tropicales comienza a finales de octubre y termina en mayo. El pico de actividad se registra desde mediados de febrero a principios de marzo.



Clasificación

Los ciclones tropicales se clasifican de acuerdo a la fuerza de sus vientos, mediante la escala de huracanes de Saffir-Simpson. Basándose en esta escala, los huracanes Categoría 1 serían los más débiles y los Categoría 5 los más fuertes.

Ciclón


En meteorología ciclón usualmente suele aludir a vientos intensos acompañados de tormenta; aunque también designa a las áreas del planeta en las cuales la presión atmosférica es baja; en esta segunda acepción un ciclón es el opuesto-complementario de un anticiclón y tiene fundamental importancia en la generación de las corrientes atmosféricas. En efecto un área de bajas presiones genera vientos al atraer las masas de aire atmosférico desde las zonas de altas presiones o anticiclónicas.


Tipos



Ciclones tropicales

Los ciclones tropicales (también conocidos como tormentas tropicales, huracanes y tifones) son ciclones que se forman generalmente en océanos calientes (generalmente tropicales) y de ahí succionan la energía de la evaporación y la condensación. Son característicos por tener una fuerte área de baja presión en la superficie y una alta presión en los niveles altos de la atmósfera. Se originan por la formación de centros de baja presión atmosférica en el mar.

Son altamente destructivos, ya que producen fuertes lluvias con vientos de al menos 120 km/h, llegando sus ráfagas, en algunas ocasiones, a más de 300 km/h.



Ciclones supertropicales

Es un ciclón que se forma a latitudes mayores a 30°; se compone por dos o más masas de aire, por lo tanto se asocia a uno o más frentes.

La familia de ciclones extratropicales es tan amplia que normalmente se intenta definir una subfamilia. Pero ésta es una tarea muy difícil debido a que, de hecho, cada ciclón es único e irrepetible. Un estudio muy amplio sobre ciclones muestra, sin embargo, que se pueden observar características comunes entre ellos, pudiéndose hacer una clasificación.

Uno de los criterios más utilizados para la clasificación es el mecanismo inicial involucrado en el desarrollo del ciclón, que es el criterio utilizado en este módulo.



Ciclones subtropicales

Un ciclón subtropical es un sistema meteorológico que tiene algunas características de un ciclón tropical y algunas de un ciclón extratropical. Suelen formarse en latitudes cercanas al ecuador.



Ciclones polares

Los ciclones polares son similares en comparación y tamaño a los ciclones tropicales, aunque generalmente tienen una vida más corta.

Los ciclones polares tienen típicamente varios cientos de kilómetros de diámetro y vientos fuertes (aunque generalmente no tienen la intensidad de un huracán). A diferencia de los típicos ciclones tropicales estos se desarrollan con una extrema rapidez, alcanzando su fuerza máxima en 24 horas.



Ciclones árticos

Los ciclones árticos poseen extensas áreas de baja presión en regiones polares que tienen una débil rotación ciclónica con una máxima explosión de 120 metros cúbicos.



Mesociclones

Un mesociclón es un vórtice de aire, aproximadamente de 2 a 10 km de diámetro (mesoescala en meteorología), dentro de un tipo de tormentas conocidas técnicamente como supercélulas debido a su autonomía. Cuando un mesociclón muere, si la nube precipita, ésta transmite su inercia de rotación en capas más bajas comprimiéndose en forma de nube embudo lo cual hace que se incremente la rotación formando un tornado.

Los mesociclones se forman cuando hay fuertes cambios en la velocidad y/o dirección del viento a diferentes niveles de presión atmosférica, lo cual se conoce como cizalladura del viento. La presencia de los mesociclones sólo se puede verificar verdaderamente con un Radar Doppler.